El Megáfono Canadá
27 de abr de 20202 min.
Cerca de 200 manifestantes estuvieron presente en Queen's Park el sábado para exigir el fin de las medidas de distanciamiento social que los obliga a aislarse en sus residencias, también pidieron la reactivación de la economía para que nuevamente cientos de personas que perdieron sus empleos puedan volver a laborar.
Al unísono el grupo repetía "Open Ontario", pese al riesgo que representa el encuentro de un numeroso grupo de personas, los manifestantes no se detuvieron ante la amenaza de la pandemia de COVID-19.
Por su parte, el premier de Ontario, Doug Ford, se refirió a los manifestantes como "un grupo de yahoos", resaltando que su comportamiento era "egoísta" e "irresponsable" tratándose de un tema de suma importancia que incumbe y compromete el bienestar de toda la población, teniendo en cuenta que la pandemia le ha arrebatado la vida a 835 personas de los 14,432 casos de COVID-19 registrados a nivel provincial hasta el momento.
"Estas personas que son absolutamente irresponsables, es imprudente hacer lo que están haciendo. Personalmente, creo que es egoísta", dijo Ford.
Ir en contra las órdenes de emergencia provinciales para frenar la propagación de COVID-19 representa un enorme riesgo de contagio, pese a que se a anuncio la disminución de la curva, la situación no es menos graves y el virus no da tregua.
"Pero entonces, tenemos un montón de ‘yahoos’ en el frente del Queen's Park, sentados allí, protestando que el lugar no está abierto, ya que están violando la ley y poniendo a todos en peligro, poniendo a los trabajadores en peligro. Y Dios no lo quiera, uno de ellos termina en el hospital(...)Somos mejores que esto como pueblo y como provincia", señaló Ford, agregando que quisiera que la economía se reiniciara más que nadie, sin embargo no pondrá en riesgo el bienestar de las personas por el de la economía.
Ya han transcurrido 40 días desde que Ontario declaró el estado de emergencia, las cifras continúan aumentando a pesar de que se registran menos casos al día, el riesgo está latente y reactivar todas las actividades representa un enorme riesgo, especialmente con la amenaza de una segunda ola del virus.