África es el tercer continente más extenso del mundo, y sobre este se posa una gran preocupación tras la llegada de la pandemia de COVID-19.
Según Tedros Adhanom, presidente de la Organización Mundial de la Salud (OMS), África debe prepararse para lo peor en este tiempo tan difícil y abrumador para la humanidad.
Advertencias similares han expresado otras autoridades de distintas instituciones internacionales y ONG, quienes señalan que el “desastre es inminente” y que se puede llegar a convertir en una “tormenta brutal” si no se toman medidas urgentes para mitigar la propagación de COVID-19.
Asegurando que África debe despertar, porque según las cifras oficiales del día miércoles primero de abril son 5.849 los casos confirmados por nuevo coronavirus y 201 decesos en todo el continente africano.
Lo que no está lejos de alcanzar el número de contagios de Europa y Asia en dos o tres semanas, por lo que se exige que África tome confinamiento y el cierre de sus fronteras antes de que se convierta en una situación insostenible para el sistema de salud, que de por si escasea de camas, respiradores artificiales, ventiladores, mascarillas, utensilios, médicos especialistas y todo el equipo médico necesario para combatir la pandemia en el continente.