La historia ha permitido enriquecer la esencia de la humanidad y más cuando se entrelaza al concepto de patrimonio material e inmaterial, siendo el factor clave para potencializar no solo los conceptos de identidad y nacionalismo, sino el poder mostrar las maravillas de nuestros antepasados.
De tal forma, te vamos a mostrar unas cuantas maravillas del hombre que lastimosamente se han venido perdiendo -donde ni el turismo patrimonial ha logrado protegerlo-.
Penn Station, Ciudad de Nueva York, Estados Unidos
La antigua Penn Station (Estación Pensilvania), se inauguró en 1910, era una vista sorprendente: diseñada en estilo de Bellas Artes, tenía granito rosa, ventanas abovedadas de vidrio, pilares de piedra gigantes y arcos. Desafortunadamente, como muchos grandes edificios, mantenerlo costaba una considerable suma de dinero, por lo que en 1962 fue demolida, a pesar de la reacción violenta de muchos neoyorquinos.
La estación Penn de hoy está muy lejos de ser lo que fue alguna vez, una red subterránea más pequeña que tiene luces de neón y todas las comodidades modernas. Pero su tamaño modesto significa que ahora una creciente cantidad cada vez mayor de pasajeros que viajan en tren crea presión en el edificio, por lo que se han puesto en marcha nuevos planes para ampliarlo.
Palacio de Cristal, Londres, Reino Unido
Lo que alguna vez que fuera una obra maestra victoriana, esta impresionante estructura de vidrio y acero fue construida en 1851 en el Hyde Park de Londres, y más tarde fue trasladada a Penge Place, donde permaneció durante 82 años. En su apogeo, fue el hogar de una asombrosa variedad de encantos: una montaña rusa, festivales, partidos de críquet e incluso un jardín con dinosaurios a escala, todo dentro de su recinto ubicado en el sur de la capital.
Trágicamente, las llamas se tragaron al edificio en 1936 y todavía no se sabe cómo se inició el incendio y si fue intencional. En la actualidad, los restos del palacio, que incluyen terrazas, esfinges y un enorme busto de su diseñador, Sir Joseph Paxton, se pueden ver en el parque, que ha sido renombrado como Parque del Palacio de Cristal.
Baños de Sutro, San Francisco, Estados Unidos
Si te imaginas a San Francisco, las atracciones como el puente Golden Gate, Alcatraz o la calle Lombard podrían venir a la mente. Pero, ¿sabías que la ciudad fue la sede del mayor establecimiento de piscinas cubiertas del mundo? El impresionante complejo incluía seis piscinas de agua salada y una de agua dulce, con capacidad para 10,000 personas.
Después de tener problemas financieros por muchos años, los Baños de Sutro se cerraron en 1966 y luego se quemaron en junio de ese año. Ahora, los cimientos permanecen como un recordatorio de lo que fue una atracción victoriana, y el entorno del acantilado lo convierte en un lugar popular para los caminantes.
Terrazas rosadas y blancas, lago Rotomahana, Nueva Zelanda
A mediados del siglo XIX, estas hermosas piscinas creadas de forma natural atrajeron a turistas de diferentes partes del mundo y eran uno de los principales atractivos para quienes visitaban el hemisferio sur. Con frecuencia llamadas "la octava maravilla del mundo", fueron destruidos por la erupción del monte Tarawera en 1886, y ahora su gloria lo captura solo un puñado de pinturas, como esta del artista inglés, Charles Blomfield.
Hoy en día, el lago Rotomahana sigue siendo una hermosa vista, aunque se desconoce la ubicación exacta de las terrazas rosadas y blancas. Sin embargo, los investigadores están utilizando los diarios del geólogo Ferdinand von Hochstetter, quien escribió notas detalladas sobre su ubicación antes de la erupción, para tratar de localizar y excavar las terrazas, lo que significa que algún día podrían recuperarse.
Glaciar Chacaltaya, Bolivia
Los atrevidos esquiadores habrían soñado alguna vez con poner una cruz en su lista de cosas por hacer en el renglón relacionado con la notablemente difícil montaña de Chacaltaya, la estación de esquí más alta del mundo. El antiguo glaciar que se encuentra dentro de él abarcaba más de 2.000 pies cuadrados (185.80 metros cuadrados) en 1940, pero disminuyó rápidamente en tamaño con el paso de los años hasta 2009, cuando desapareció por completo.
En 1998, los expertos predijeron que el glaciar sobreviviría hasta 2015, pero debido al cambio climático, se derritió seis años antes de lo estimado. Ahora, Chacaltaya es bastante árida, pero a pesar de la falta de zonas para practicar el esquí, sigue siendo un lugar popular para los montañistas que desean escalar su cima.
Vidámpark, Budapest, Hungría
Si bien puede que no posea una arquitectura impresionante o una belleza natural, este antiguo parque de atracciones fue una institución para los amantes de la emoción y la aventura. La atracción ofrecía varios atractivos histórios, como el City Wave Roller, una montaña rusa de madera construida en 1922 y un carrusel edificado en 1906.
Desafortunadamente, el parque temático se vio obligado a cerrar en 2013 después de varios años de disminución en la cantidad de visitantes. Actualmente se está construyendo el espacio para ampliar el zoológico de la ciudad vecina y se mantendrán algunas atracciones. De hecho, el carrusel que tiene un siglo de antigüedad ya se ha reubicado en el zoológico y ahora está funcionando nuevamente.
Torre de porcelana, Nankín, China
Si alguna vez rompiste una pieza de vajilla de porcelana, una torre de 260 pies (79.24 metros) hecha de ese material podría no parecer la idea más inteligente. Sin embargo, sorprendentemente, esta joya arquitectónica duró alrededor de 400 años, desde los siglos XIV al XIX, antes de ser destruida por los rebeldes. En su día, mostró un estilo de pagoda tradicional, adornado con coloridas imágenes budistas e iluminado por linternas en la noche.
En 2015, la torre renació en forma de una moderna construcción de acero y vidrio cuando el promotor inmobiliario, Wang Jianlin, donó 156 millones de dólares para la construcción de un nuevo edificio. Terminado con múltiples miradores y rodeado por un futurista museo de temática budista, ciertamente ofrece una nueva versión del sitio histórico.
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