El tiempo parece correr y la pandemia no da tregua, por lo que cada vez se reúnen más esfuerzos para ayudar en la lucha contra COVID-19, el sábado más suministros médicos llegaron gracias al Boeing 767 en el vuelo 1392 de Cargojet.
El avión aterrizó en Hamilton resguardando millones de máscaras N95, hasta el momento es la tercera entrega de suministros médicos producto de un plan de ayuda ante la emergencia a falta de suministros, con la ayuda de diplomáticos y consultores en China, un almacén en Shanghai y dos de las aerolíneas de Canadá.
Ante un mercado global de suministros médicos caótico, poco confiable y carente de los protocolos de fabricación establecidos, por medio de este plan Canadá elimina parte del riesgo e intenta asegurar desde máscaras médicas hasta batas y guantes en perfecto estado y con todos los requisitos en orden.
Un panorama con entregas tardías de suministros médicos, productos poco confiables y precios que se elevan demasiado es lo que se ha estado viviendo en el país.
Sin duda una situación difícil que se intensifica ante la escasez extrema de equipos de protección personal (EPP), lo que pone en riesgo la vida de los trabajadores de la salud, el sector más expuesto.
Dentro de los cambios embajador de Canadá en China, Dominic Barton, redistribuyó a gran parte del personal de la embajada, consulados y oficinas comerciales en toda China, por lo que ahora el personal diplomático cambió su papel y ahora comprará suministros médicos chinos para Canadá.
Para mayores resultados, Canadá contrató a una empresa de consultoría de gestión multinacional que se mantiene bajo reserva para ayudar a los funcionarios a llevar a cabo de manera exitosa los procesos de compra y envío de los suministros médicos, identificando qué fábricas son más confiables respecto a la entrega, calidad y cumplimiento de los estándares canadienses.
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