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  • Foto del escritorEl Megáfono Canadá

BOGOTÁ, UNA CULTURA DE RESISTENCIA POR PARTE DE LA JUVENTUD

Actualizado: 25 jun 2019

Bogotá es un ejemplo, una población que quedaba a mitad de camino hacia un sueño y no tuvo más remedio que convertirse en metrópoli.


Desde que fuera fundada en 1538 por Gonzalo Jiménez de Quesada con una misa y 12 chozas plantadas en territorio arrebatado a los muiscas a 2.600 metros sobre el nivel del mar, la ciudad ha sido un saco de misterios alentados por el superdotado arte de contar colombiano.


Pero hoy encara el siglo XXI como una realidad dispuesta a superarse y dejar atrás una centuria plagada de traumas. Hasta ahora, gana la batalla con un contexto favorable, certificado por un proceso de paz que ojalá no se tuerza.


Entre los poblados barrios de arquitectura racionalista, las cuestas coloridas y neocoloniales de La Candelaria con sus mansiones de patio interior, sus galerías, sus librerías y sus sedes universitarias; bajo los rascacielos y al lado de sus llamativos edificios de aire anglosajón y estilo victoriano desperdigados en algunos distritos; escudados por los cerros donde queda patente la desigualdad de los barrios más marginales en el llano y las laderas, destacan, por lo menos, cuatro nuevos sitios de atracción que la convierten en una gran metrópoli moderna.

1. Distrito Creativo

Hace apenas tres años, los cocodrilos pugnaban por los desechos de las basuras con los espectros en el Bronx. Un cordón policial impedía a cualquier visitante penetrar en el barrio. Allí solo regía la ley de los narcos, los proxenetas y los toxicómanos en lo que el alcalde Enrique Peñalosa denominaba “la república independiente del crimen”.


Pero un proyecto de regeneración de la zona se ha puesto en marcha. En la frontera del territorio prohibido, un cuartel de principios del siglo XX deja hoy sus funciones de centro de reclutamiento militar para transformarse en laboratorio cultural en lo que ya se denomina Distrito Creativo. Desde allí han comenzado a impulsarse desfiles de moda, conciertos y mesas de debate para regenerar lo que fue identificado como el peor infierno de la ciudad hasta 2015.


2 Movistar Arena

En la avenida Norte-Quito-Sur, esquina con la calle 63, parecería que ha aterrizado una nave espacial blanca que cambia de colores. Allí se encontraba el antiguo coliseo El Campín, que fue escenario de torneos de tenis con figuras en los mejores puestos del ranking, partidos de baloncesto y algunos conciertos.


Hoy, Movistar Arena es un espacio cubierto y adaptado a todo tipo de eventos con capacidad para 14.000 personas. Fue inaugurado el pasado octubre y ya se ha convertido en el mayor escenario de macroespectáculos de la ciudad, con cartel para grandes estrellas internacionales.


3 Cinemateca Distrital

En pleno distrito universitario, entre las calles 19 y 20, queda la nueva cinemateca de la ciudad.

Nace con vocación de convertirse en el referente de las artes audiovisuales bogotanas. No solo cuenta con cuatro salas de proyección, en las que se alternarán ciclos de cine y diversas disciplinas visuales. También es un centro de producción y estudio con espacios de trabajo y mediateca. Todo un laboratorio con medios para concebir y culminar películas, documentales, productos televisivos o proyectos digitales.


4 La reforma del Teatro Colón

Diez años duraron las obras de construcción del Teatro Colón en el barrio de La Candelaria. Comenzaron en 1885, bajo la dirección del arquitecto Pietro Cantini, encargado de dotar a la ciudad de un teatro a la italiana. Y más de una década van a durar las de su remodelación para adecuarlo a las exigencias modernas sin perder su sabor decimonónico. Comenzaron en 2008 y está previsto que concluyan en 2020 para que se convierta en un referente continental dentro de las artes escénicas latinoamericanas.


ElPaís

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