Por algo dicen que es mejor prevenir que lamentar, y en temas de salud es muy valioso adelantarse a los hechos. Así que te presentamos seis síntomas cruciales que podrían ocurrir un mes o incluso antes de un ataque cardíaco.
Si tú o alguien cercano padece de problemas en el corazón, presta mucha atención en caso de que estés en riesgo.
Dolor en el pecho
Experimentar dolores de pecho en diferentes intensidades y formas es un síntoma que siempre se ha relacionado con un ataque al cardíaco inminente que no debe ser ignorado. Ten en cuenta que el dolor en el pecho puede expandirse a sensaciones incómodas en uno o ambos brazos (generalmente en el izquierdo), la mandíbula inferior, el cuello, los hombros o el estómago.
Fatiga
La fatiga inusual es uno de los principales síntomas de un ataque al corazón inminente. Si usted no ha hecho ningún tipo de esfuerzo físico y siente que la fatiga aumenta al final del día, encienda las alarmas y no lo deje pasar.
Dolor abdominal
Los dolores abdominales antes de un ataque al corazón aparecen repetitivamente, regresando por períodos cortos de tiempo. Asimismo, este síntoma estará acompañado de náusea estomacal, sensación de hinchazón o malestar.
Falta de aliento
Otra señal de advertencia es la disnea, o falta de aire, es una fuerte sensación de ser incapaz de respirar profundamente junto con mareos. A menudo ocurre durante seis meses antes de tener un ataque al corazón.
Latidos cardíacos irregulares
La arritmia (latidos cardíacos irregulares) o la taquicardia (aumento de la frecuencia cardíaca) a menudo son acompañadas por un ataque de pánico o ansiedad que aparece de forma inesperada. El latido irregular del corazón dura 1-2 minutos. Si no se desvanece, es posible que sienta mareos y fatiga extrema, así que deberá irse inmediatamente a un centro médico.
Transpiración excesiva
La sudoración inusual o excesiva es una clara señal de advertencia temprana de un ataque al corazón. Puede ocurrir en cualquier momento del día o de la noche y generalmente se confunde con los sofocos o sudores nocturnos típicos de la menopausia. Para que tengas una idea más clara, son síntomas similares a los de la gripe, piel húmeda o sudoración que ocurren independientemente de la temperatura del aire o el esfuerzo físico.