El gobierno de Ontario se unió a la demanda colectiva de Columbia Británica contra dos docenas de fabricantes de opioides, queriendo apoyar a los pacientes que se volvieron adictos a aquella medicina.
Christine Elliot, portavoz de la ministra de Salud, comunicó que los funcionarios de Ontario darán a conocer más detalles sobre los estimados planes que se desean implementar, para así mismo, ser parte de la solicitud presentada en la legislación a cargo del gobierno conservador progresista.
El abuso de opioides se ha convertido en una crisis de salud pública generalizada, asesinando a más de 20,000 canadienses en los últimos 20 años y aproximadamente 4,000 nuevas muertes ocurren anualmente en Canadá; de tal modo, los opioides matan a más personas que los mismos choques automovilísticos.
Además, los demandantes buscan una declaración por parte de las compañías, donde éstas afirmen que fueron negligentes en la forma en que investigaron, desarrollaron y comercializaron opioides a partir de los años noventa.
“Los acusados sabían que cualquiera que inyectara opioides tendría un riesgo significativo de volverse adicto”, afirma la demanda. “Como tales, los acusados incumplieron los deberes legales y de ley común con el demandante y la clase que se convirtieron en adictos a los opiáceos por los cuales los acusados deben daños”.
En éste proceso, la demanda nombra al fabricante de OxyContin, Purdue Pharma Inc., así como a otros fabricantes importantes de medicamentos y farmacias, incluidas Shoppers Drug Mart Corp. y su propietario, Loblaw Companies Ltd., que afirman que deberían haber conocido la cantidad de opioides.