Cientos de aficionados se desplazaron a Liverpool justo antes de la pausa de las competiciones deportivas por la pandemia de COVID-19, para asistir al partido de fútbol de octavos de final de la Champions League entre Liverpool y Atlético de Madrid.
41 personas fallecieron luego de asistir al partido de fútbol que tuvo lugar el tres de marzo, así lo señala un estudio científico publicado el domingo por Edge Health, resaltando un contagio considerable en el evento deportivo que reunió cerca de 52.000 aficionados pese a la amenaza que suponía el virus.
Según el estudio basado en datos de autoridades sanitarias del Reino Unido, las muertes se habrían dado en hospitales de Liverpool o cercanías entre 25 y 35 días después de haber asistido al juego en el que el Atlético de Madrid salió victorioso, por lo que se cree que las muertes están relacionadas con el evento.
De acuerdo con el Imperial College de Londres y Oxford university, para aquel entonces España ya contaba con unos 640.000 casos de COVID-19 y el Reino Unido con 100.000. A raíz del desenlace, el pasado mes, uno de los gobernantes de Liverpool solicitó una investigación para determinar por qué se disputó el partido sin considerar el riesgo que ello representaba.
"Si hay personas que contrajeron el coronavirus por un evento deportivo que no tendría que haber tenido lugar, es escandaloso(...)Es necesario investigar para saber si algunas de esas infecciones están ligadas a hinchas del Atlético. Había zonas rojas en las que el virus estaba presente, y Madrid era una", declaró a BBC Steve Rotheram, alcalde de la región metropolitana de Liverpool.
También Matthew Ashton, director de salud pública de Liverpool, calificó como “un error” que se haya llevado a cabo el evento sin tener en cuenta la cifra de contagio, y resaltó que el incremento de casos positivos estaría relacionado con aquel encuentro.
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