En El Megáfono te contamos distintas historias, hoy te traemos una muy particular, así que trasladémonos a Estados Unidos, exactamente en Baltimore, hogar de la joven Megan Willis.
Megan se casó en julio de 2016, sin embargo era muy infeliz en su matrimonio, según la joven, su ex esposo era adicto a los videojuegos y solo se enfrascó en ellos, dejándola en un segundo plano.
Luego de meses en los que Megan era ignorada por él, y como según ella cuenta: “Él no quería pasar tiempo conmigo, no quería salir y conocer. Yo pasaba el tiempo viendo televisión mientras él jugaba, con los audífonos puestos, en la misma habitación. Me di cuenta de que no tenía por qué sentirme inexistente o rogar por la atención de alguien, así que solicité el divorcio”.
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En aquellos momentos críticos, Megan se acercó a Mark Stone, el DJ que había tocado en su boda y amigo de su hermana. Empezaron a hablar cada vez con más frecuencia y así fue como empezó todo…
Mark empezó a enterarse de los problemas matrimoniales de Megan desde aquella vez en la que él asistió a una reunión que ella organizó en su casa. Continuaron en contacto y la química se hacía más y más fuerte con cada acercamiento.
A Mark lo había dejado su esposa, así que eran libres para estar juntos. Pronto el amor surgió y decidieron formalizar su relación a pesar de que ella tiene tan solo 26 años y él 49 años, aun así este par de enamorados ha construido un hogar en el que planean tener hijos más adelante.
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