España reabrió sus fronteras el domingo 21 de junio para visitantes de toda la Unión Europea, que desde hace tres meses tenían dificultad para regresar a casa debido al aislamiento obligatorio que generó la pandemia de COVID-19.
Sin embargo, los visitantes de las distintas capitales europeas deberán pasar por tres controles para evitar un posible rebrote del virus y que ponga nuevamente a Europa en el foco de contagios.
El primer control se basa en medir la temperatura, para determinar si hay o no fiebre, el segundo control es visual y el tercero consta de la entrega de un documento, donde estén todos los datos de localización y contacto, en caso de que las autoridades sanitarias lo requieran.
Asimismo, los estados miembros de la unión europea están configurando un listado de las naciones más seguras, donde se podrá viajar y recibir visitantes.
A partir del primero de julio se abrirán las fronteras para los terceros países fuera de la unión europea y de esa manera reactivar con mayor fuerza el turismo y por ende la economía.
Por último, el estado de alarma por la pandemia de nuevo coronavirus se ha terminado, lo que también permitió desde el domingo la libre circulación en todo el territorio. No obstante, es obligatorio el uso frecuente del tapabocas tanto en espacios cerrados como en abiertos, también se sigue recomendando el lavado constante de manos y practicar el distanciamiento físico, mientras llega la vacuna para atacar el virus.