Tras la problemática situación en la que se ha venido abordando la economía entre los países de Estados Unidos y China, el viernes 17 de mayo, el presidente Donald Trump llevó a cabo una relevante conferencia entre los países vecinos, México y Canadá, con el objetivo de esclarecer el nuevo tratado comercial.
Dicho tratado se basó en poder quitar los aranceles entre las importaciones del acero y el aluminio provenientes de estas dos naciones, comprometiéndose éstos a hacer lo mismo con los aranceles impuestos en represalia.
Es un paso que se considera esencial para que salga adelante el proceso de ratificación del nuevo acuerdo comercial norteamericano, conocido bajo las siglas de T-MEC (Estados Unidos-México-Canadá-. El impuesto aduanero estaba creando problemas a las empresas que necesitan los dos metales para sus procesos de manufactura.
Desde Canadá, el primer ministro Justin Trudeau confirmó que se había llegado a un mutuo entendimiento y el gobierno de AMLO consideró que la decisión abre nuevas oportunidades al T-MEC.
“Se reconoció que los aranceles estaban dañando a los consumidores y los productores en los dos países”, señaló Trudeau, al tiempo que agregaba que el mecanismo de consulta busca prevenir riesgos para el acero y el aluminio doméstico, “vamos a trabajar juntos para proteger a nuestros trabajadores y a nuestra industria”. Indicó así mismo que es un "gran paso para avanzar en la ratificación del nuevo tratado de libre comercio".
Es así que, los aranceles se levantarán en un plazo de 48 horas. Por ahora, se adoptarán medidas para prevenir que el acero y el aluminio chino entren a Estados Unidos a través de México y Canadá. Se evitará de esta manera la imposición de cuotas.
