Además, el país asiático amputará manos y pies como sanción para los robos.

El sultanato de Brunéi penará a partir de la semana próxima con la pena de muerte por lapidación el adulterio y el sexo gay.
La homosexualidad ya es ilegal en Brunéi, pero -según informaron las autoridades- ahora se convertirá en un delito capital. La ley solo se aplica a los musulmanes.
El pequeño sultanato, que practica un islam más estricto que sus vecinos Malasia e Indonesia, implementará un nuevo y severo código penal basado en la Sharia, la ley islámica, que contempla penas como lapidaciones y mutilaciones de extremidades.
Así, los robos serán castigados con la amputación de una mano (primera infracción) y un pie (segunda infracción), a partir del próximo miércoles.
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