Antes de llegar al punto más alto de la pandemia de COVID-19, los centros médicos de Ontario empezaron a cancelar o posponer cientos de procedimientos quirúrgicos para liberar espacio ante la llegada de varios pacientes contagiados con el virus, y así evitar un colapso en el sistema de salud.
Sin embargo, actualmente cada uno de esos procedimientos están acumulados en una larga lista y los usuarios esperan una pronta respuesta.
Ante una disminución exponencial de pacientes con el nuevo coronavirus, ahora se suma un desafío más que los trabajadores del sector de la salud deben sobrepasar: la acumulación masiva de cirugías.
Aunque ahora varios procedimientos se están reanudando, algunos temen que eliminar el retraso acumulado tarde demasiado tiempo y muchos de los pacientes en espera que padecen cataratas, cáncer u otras dolencias graves, necesitan ser tratados cuanto antes.
Las personas esperan con incertidumbre y mientras eso ocurre la salud de varias se ve muy afectada.
El tiempo es un factor clave que no da tregua y ahora la mayor preocupación es que superar esta acumulación tome años, así lo señala Janet Martin, profesora e investigadora de Western University, quien afirma que muchos canadienses podrían estar esperando mucho tiempo debido a la gran cantidad de procedimientos pospuestos.
Martin forma parte de un equipo de investigadores globales que han analizado el impacto de la pandemia de COVID-19 en las cancelaciones de procedimientos quirúrgicos, quienes han estimado que más de 28 millones de cirugías electivas en todo el mundo podrían cancelarse o posponerse en 2020.
También se concluyó que en caso de que el número de cirugías realizadas cada semana aumenta en un 20%, podría llevar cerca de un año eliminar el retraso.
Para abordar esta acumulación, los centros médicos deben aumentar su capacidad con mayor personal para lograr manejar la situación. Asimismo, esto implicaría que algunos trabajadores tengan turnos más extensos o de mayor carga laboral.
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