¿Estabilidad? Un estado complejo de alcanzar teniendo en cuenta todas las tormentas que se asoman en nuestra vida, especialmente en cuestiones del amor, sin embargo no es imposible llegar a ella.
Una pareja estable es aquella que se mantiene en el tiempo con un peligro mínimo de desaparecer, ya que los lazos son tan fuertes que ese miedo de perder a tu pareja que a todos nos invade al principio se ha ido calmando con el paso del tiempo y, por supuesto, con el crecimiento de la relación.
Llegar a ello acarrea un camino muy largo y complejo, especialmente cuando muchas veces dejamos que el temor a la pérdida sea más fuerte y es entonces cuando permitimos que las inseguridades tomen el control en nuestra relación. Recuperarse tras discusiones, conflictos internos o acontecimientos externos es lo más difícil y el orgullo no es que ayude mucho a que lo resolvamos de la manera correcta, y recurrimos a hacernos los dignos, dejando que el enojo crezca.
A raíz de tantas inquietudes referente a la estabilidad en pareja, hemos decidido aclarar tu mente con este post si actualmente llevas una relación de pareja complicada y que tal vez podría romperse si no se actúa.
¿Cómo puedo influir sobre la estabilidad de mi relación?
1. Si vamos a comenzar una discusión, esforcémonos en emplear alguna técnica de relajación o calmémonos de alguna forma alternativa que conozcamos para no utilizar insultos, palabras hirientes o faltas de respeto. Si por ejemplo, la discusión ya ha comenzado de forma abrupta, debemos intentar mantener la calma y no aumentar la escalada de conflicto.
Dentro de los factores que influyen en la estabilidad de las parejas, está la intolerancia, en vez de enojarnos y discutir como si no hubiese mañana, debes trabajar en tranquilizarte, detenerte a pensar en todo lo que tus palabras o acciones pueden conllevar y en lo mucho que influyen las de tu pareja, así que en lugar de entrar en un círculo conflictivo, trabaja en ser paciente y sobre todo tolerante, y te aseguro que tu relación irá mejorando. Como todo en la vida, empezar siempre será lo más difícil pero con el tiempo ya no costara y lo harás de manera involuntaria.
2. Criticaremos conductas, no a nuestra pareja. “Qué irresponsable eres, nunca recoges los platos después de cenar”; en este ejemplo existen dos generalizaciones claras: ERES un irresponsable y NUNCA recoges los platos. ¿Seguro/a que nunca lo ha hecho? ¿Seguro que una única acción o una acción repetida unas cuantas veces implica que nuestra pareja carece de responsabilidad? Si criticamos a la persona por una conducta aislada, nuestra pareja se sentirá atacado y acabará entendiendo que no nos gusta nada de lo que hace o que no percibimos ninguna cualidad positiva en él o ella lo que inevitablemente generará muchos conflictos.
3. Es fundamental evitar actitudes defensivas, ya que nuestra pareja tomará la defensa como una respuesta a un ataque, o puede irritar su paciencia al pensar que solo te excusas ante los problemas.
4. Este punto sin duda es crucial a la hora de manejar positivamente los conflictos de pareja, así que evitaremos dejar de interactuar, evitar, o ser inexpresivos con nuestra pareja. Ten en cuenta que esto afecta en gran medida, ya que es traumático para el otro que la persona que te está ignorando es aquella a quien amas.
5. Desarrollaremos mecanismos de reparación, para ello tendremos acercamientos afectivos, intentaremos conversar inicialmente de temas simples, una que otra burla, ayudaremos a nuestra pareja a razonar, expresaremos cómo nos sentimos, etc. De esta forma, ayudaremos a tranquilizar a esa persona especial hasta que finalmente baje la guardia.
6. Aumentaremos las expresiones de cariño, palabras de afecto, etc. Nunca deben faltar, pase el tiempo que pase. Intercambiar expresiones de afecto y gestionar los conflictos de forma positiva para la pareja son clave para la estabilidad de la misma.
