El líder opositor Juan Guaidó, reconocido como presidente interino de Venezuela por unos 50 Gobiernos, fue recibido este lunes por miles de simpatizantes en Caracas luego de una gira por Suramérica de la que regresó con el objetivo de redoblar acciones contra "la dictadura" de Nicolás Maduro.
El líder opositor Juan Guaidó, reconocido como presidente interino de Venezuela por unos 50 Gobiernos, fue recibido este lunes por miles de simpatizantes en Caracas luego de una gira por Suramérica de la que regresó con el objetivo de redoblar acciones contra "la dictadura" de Nicolás Maduro.
"Estamos en una dictadura y no van a entregar voluntariamente el poder, tenemos que presionar", dijo a periodistas Guaidó, luego de hablar a una multitud que se reunió en el este de Caracas para recibirle tras su paso por Colombia, Brasil, Paraguay, Argentina y Ecuador, donde fue agasajado con honores de jefe de Estado.
Antes de su arribo a esta tarima, el líder del antichavismo entró a Venezuela a través del aeropuerto internacional Simón Bolívar, cercano a Caracas, donde fue aplaudido por otros cientos de simpatizantes y saludado por una decena de diplomáticos que le manifestaron su respaldo.
Los embajadores de España, Francia, Alemania, Portugal, Chile y Argentina, entre otros, recibieron a Guaidó en el aeropuerto.
La expectativa por su retorno radica, entre otras cosas, en una prohibición de salida del país que le dictó la Fiscalía, que solo reconoce a Maduro como mandatario, y que Guaidó burló el pasado día 22 cuando cruzó caminando y ante la mirada de decenas de militares la frontera hacia Colombia.
"Luego de las amenazas, aquí estamos", comentó tras decirse "consciente del riesgo" de detención que enfrenta pese a contar con inmunidad parlamentaria, aunque hasta ahora ni la Fiscalía, ni el Supremo ni los altos dirigentes de la llamada revolución bolivariana se han pronunciado al respecto.
Guaidó relató que fue recibido por la policía migratoria a la voz de "bienvenido, presidente" lo que evidencia una vez más, dijo, que la cadena de mando en la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) y en los cuerpos de seguridad "está rota" por la "ilegitimidad" de Maduro.
"Las Fuerzas Armadas, ¿qué más van a esperar? (...) Sabemos que el 80 % está a favor del cambio, lo sabemos, se han comunicado con nosotros, nos han hablado", remarcó tras decirse "más fuerte que nunca" en su empeño de lograr el cese de Maduro como "usurpador", un gobierno de transición y unas elecciones libres.
Dijo a los militares que como jefe del Parlamento y como presidente encargado, "pide, exige, ordena", que "detengan definitivamente a los colectivos y presos que actuaron el 23 de febrero" como brazo armado del chavismo y reprimieron a los ciudadanos que ese día pidieron el ingreso de la ayuda humanitaria al país.
El jefe parlamentario anunció que mañana sostendrá una reunión con "todos los sindicatos de empleados públicos" para coordinar acciones que resten apoyos a Maduro.
"No podemos permitir que la burocracia siga secuestrada, que usen a nuestros empleados públicos que hoy no ganan bien (...), llegó el momento de decir ya basta, llegó el momento de dejar sin funcionamiento a ese régimen que los oprime", sostuvo.
Guaidó también convocó a nuevas manifestaciones el próximo sábado, cuando prevé que los ciudadanos vuelvan a las calles de Venezuela "decidida y determinadamente para movilizarse en búsqueda de su libertad".
"No nos quedaremos ni un segundo tranquilos hasta lograr la libertad de Venezuela", agregó sin dar mayores detalles sobre esta actividad.
Agradeció también el apoyo que recibió durante su gira por Suramérica por parte de los Gobiernos de Iván Duque (Colombia), Jair Bolsonaro (Brasil), Mario Abdo Benítez (Paraguay), Mauricio Macri (Argentina) y Lenín Moreno (Ecuador); y aseguró que contará con el respaldo de estas administraciones en su cruzada contra el chavismo que gobierna Venezuela desde 1999.
Guaidó concretó su regreso a Venezuela en un día festivo y en medio de las advertencias lanzadas por varios gobiernos, incluido el de Estados Unidos, sobre radicalización de acciones contra Maduro y su círculo cercano en caso de que el diputado fuera encarcelado.
Miles de antichavistas se reunieron en una veintena de ciudades para respaldar a Guaidó y reiterar el rechazo a Maduro, cuyo segundo mandato no es reconocido por numerosos gobiernos entre otras razones por la imposibilidad de competir que tuvieron sus principales contendientes en los comicios en los que el chavista obtuvo la reelección.
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