Pese a que Estados Unidos es la mayor potencia mundial, actualmente se enfrenta al fuerte impacto que ha traído consigo la pandemia de COVID-19. El país estadounidense ha tenido que enfrentarse a una crisis sanitaria de gran impacto y parece no dar abasto, el alarmante número de casos de contagio diario congestiona diferentes centros de salud al tiempo que empiezan a escasear los equipos médicos como mascarillas y respiradores, lo que llevó a distintas voces democráticas a demandar la aplicación de la ley de Producción de Defensa, para obligar a algunas empresas a fabricar estos materiales para abastecer el sistema de salud y contener la situación de crisis.
Los presidentes Donald Trump de EE.UU y Vladímir Putin de Rusia, tuvieron una conversación telefónica que sirvió para que Rusia enviara el miércoles primero de abril el avión de carga más grande a EE.UU., Antonov -124 Ruslan, con 60 toneladas de insumos médicos (mascaras, ventiladores, respiradores y otros equipos) para ayudar a combatir el virus COVID-19 y salvar la vida de cientos de estadounidenses afectados.
El avión de carga aterrizó en el aeropuerto John F Kennedy, en New York.
“Trump acepto agradecido esta ayuda humanitaria(...)También es importante tener en cuenta que, el presidente Putin supone que cuando los fabricantes de equipos y materiales médicos de EE.UU. ganen impulso, podrán responder de manera recíproca si es necesario", sostuvo Dimitri Peskov, portavoz del Lremlin, según la agencia rusa de noticias Interfax.
Según Food and Drug Administration (FDA) de Estados Unidos, inicialmente se deberán examinar los equipos antes de que sean distribuidos en los distintos centros médicos.
Por otro lado, hasta el miércoles, New York registraba 83.948 casos de contagio por COVID-19 y 1.941 muertes, según la Universidad Johns Hopkins, que monitorea el avance de la pandemia en tiempo real en todo el mundo, para un total en Estados Unidos de 213.372 y 4.757 muertes hasta esa fecha.