Ingresar a Canadá bajo las nuevas restricciones de viaje en todos los puertos de entrada representa en muchos casos un desafío, ya que aquellos viajeros que no son canadienses deben tener en cuenta que hay muchos factores que entran en juego cuando Canada Border Services Agency (CBSA) determina quién es apto para ingresar al país.
Recientemente la CBSA informó a los viajeros que las restricciones de viaje no esenciales entre Canadá y otros países además de EE. UU. se han extendido hasta el 30 de noviembre.
Además de la restricción de entrada temporal establecida debido a COVID-19, los viajeros deben cumplir con los requisitos de entrada según Immigration and Refugee Protection Act y proporcionar la documentación de viaje e inmigración adecuada.
Actualmente, viajar a Canadá por motivos no esenciales, como por turismo, recreación o entretenimiento, está actualmente prohibido. “A menos que esté exento, si no tiene una razón no discrecional (esencial) para viajar a Canadá, un oficial de servicios fronterizos le negará la entrada”, señaló la agencia.
En caso de que alguna persona muestre síntomas de COVID-19, no podrá ingresar a Canadá, independientemente del motivo del viaje.
Los viajeros que violen las normas, como proporcionar información falsa sobre el propósito de su viaje, podrían estar enfrentando varias sanciones, entre ellas que se le niegue la entrada y/o se le prohíba regresar a Canadá.
El incumplimiento de las restricciones fronterizas actuales es un delito en virtud de la Ley de Cuarentena y podría conducir a multas de hasta $ 750,000 en multas o prisión de hasta 6 meses.
Si causa un riesgo de muerte inminente o daños corporales graves a otra persona mientras infringe esta ley o las regulaciones de manera intencional o imprudente, podría ser responsable de hasta $ 1,000,000 en multas o prisión por hasta 3 años.