Los conductores canadienses están enfrentando un nuevo golpe en sus bolsillos, ya que se espera un aumento en los precios de la gasolina esta semana, y se proyecta que para el otoño podrían llegar cerca de $2 por litro. Esta alza, sumada al creciente costo de vida, está generando preocupación en la población. Después de un breve descenso durante el pasado fin de semana largo, se anticipa un aumento de cuatro centavos en los precios de la gasolina para el jueves.
Los conductores expresan su frustración ante esta tendencia volátil en los precios. Los expertos advierten que el panorama a largo plazo es aún más preocupante, ya que se espera que los precios alcancen los $1.90 o $1.85 por litro en septiembre, lo que podría representar un impacto financiero significativo para los ciudadanos.
La Junta Regional de Bienes Raíces de Toronto señala que, además de los precios de la gasolina, el costo de vivienda en la ciudad también está creando dificultades para los residentes. A medida que los precios de las viviendas aumentan, las tasas de interés más altas también están impactando en la actividad del mercado inmobiliario.
La debilidad del dólar canadiense y el impuesto al carbono impuesto por el gobierno federal se suman a los aumentos de precios en la gasolina. Los ciudadanos están buscando claridad sobre cómo estos impuestos les benefician y cuál es su destino. Si bien se prevé que los precios de la gasolina no alcancen los máximos alcanzados el año pasado, la incertidumbre económica y la presión financiera siguen siendo una preocupación para la población canadiense.