Filipinas ha rechazado el nuevo plazo para retirar miles de toneladas de basura por parte del país canadiense, problemática que ha venido azotando a la nación asiática por más de 5 años.
El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, amenazó al gobierno canadiense de ir a la guerra si dicha nación no se encarga de recoger las basuras que dejaron en dicho territorio, aspecto que llamó inmediatamente la atención por parte de la ministra de Medio Ambiente, Catherine McKenna, comunicando que Canadá cubrirá el costo total de la operación tras la contrata de una compañía naviera privada para manejar la operación.
Según los estudios realizados se estaría aproximando a recolectar 69 contenedores repletos de basura, aspecto que ha ralentizado a la fecha para así mismo culminar con la totalidad de la operación; puesto que, debió cumplirse el 15 de mayo, pero no fue así, provocando que el portavoz del presidente de Filipinas, Rodrigo Duarte, tuviera que comentar lo siguiente:
“Si Canadá no acepta su basura, dejaremos lo mismo dentro de sus aguas territoriales o 12 millas náuticas en el mar desde la línea de base de cualquiera de las costas de su país”.
A su paso, funcionarios de Filipinas dicen que los contenedores de basura, que llegaron en 2013 y 2014, fueron etiquetados erróneamente como contenido de plásticos reciclables. Tras la inspección, se encontró que estaban llenos de desechos, incluidos pañales, periódicos y botellas de agua.
No obstante, la ministra de Relaciones Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland, habló con su homólogo filipino sobre la disputa, expresando lo siguiente: “Como le mencioné a su secretario de Relaciones Exteriores la semana pasada, estamos comprometidos a resolver este problema lo más rápido posible. Hoy es un paso esencial para lograrlo”, dijo Freeland