El nuevo proyecto 'Oceanix City' se presentó en julio ante la ONU para construir viviendas en centros marítimos. La iniciativa está pensada para mitigar la crisis de las poblaciones costeras ocasionada por el crecimiento demográfico, el aumento del nivel del mar y los ecosistemas amenazados por el cambio climático.
El tema se trató en una reunión en Nueva York con Oceanix, una plataforma que permite diseñar ciudades flotantes y el Centro de Ingeniería Oceánica del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT). Según Marc Collins Chen, director ejecutivo de Oceanix, las personas "podrán vivir en armonía con la vida bajo el agua". Agrega que el diseño es a prueba de inundaciones y puede soportar tormentas.
Los creadores del proyecto explican que la ciudad flotante está diseñada como un ecosistema que produce su propia energía y agua, canalizando estos recursos a través de flujos circulares. Además, en caso de que se presente una alteración en los patrones climáticos que afecte directamente a los pobladores, la estructura podría ser trasladada a otro lugar seguro.
Cada hexágono está conformado por una plataforma de dos hectáreas y tiene una capacidad para 300 personas. Además, cuenta con espacios de trabajo y zonas verdes donde sus habitantes pueden reunirse. Según Bjarke Ingels, uno de los diseñadores de 'Oceanix City', la arquitectura de la metrópolis marítima le permite adaptarse al entorno, evolucionar y aumentar de tamaño.
Según informó el Bjarke Ingels Group (BIG), empresa especializada en el estudio de la arquitectura, las edificaciones de la planta modular deberán tener menos de siete pisos para que la estructura tenga un centro de gravedad bajo y pueda ser resistente al viento.
El BIG explicó que debajo de cada plataforma habrá arrecifes de 'bioroca', un material con una composición parecida a la del coral natural, pero producido artificialmente, y otro tipo de vegetación marina como algas y almejas que ayudarán a que el proceso de regeneración del ecosistema sea más rápido.
La empresa especializada en arquitectura indica que al agrupar seis módulos flotantes se podrían formar villas o superficies de 12 hectáreas que alojarían hasta 1.650 personas. En el mismo sentido, si se conectan seis villas la ciudad aumentaría su capacidad para alojar hasta 10.000 residentes. Según esta misma empresa, la idea es que los espacios de entretenimiento estén alrededor de una especie de anillo al interior de la ciudad, con el fin de motivar a sus habitantes a caminar por entre las calles de la estructura o navegar.
Oceanix, empresa promotora del proyecto, dijo que las primeras ciudades flotantes podrían llegar a las regiones tropicales y costeras que estén en condición de vulnerabilidad a causa del incremento en el nivel de los mares. La empresa sugiere algunas ciudades como Nueva York, Miami, Río de Janeiro, El Cairo, Tokio y Sídney, entre otras.
Según Michelle Will, jefe de comunicación del proyecto, se espera que la primera ciudad flotante llegue para el 2022. Cabe aclarar que, hasta el momento, la iniciativa no cuenta con ningún tipo de financiación, sin embargo, aunque ya cuentan con el respaldo de la ONU, sus creadores están en la búsqueda entidades o particulares que quieran invertir en el proyecto.