Los investigadores de la Universidad de McMaster -Ontario- afirmaron que han encontrado una nueva forma de almacenar las vacunas, que pueden durar ocho semanas -tiempo extendido-, y sobrevivir a las altas temperaturas.
Esto se debió, a que los ingenieros químicos de la institución crearon un gel azucarado que se mezcla con las vacunas activas, almacenándolas a temperaturas de hasta 40 grados centígrados, sellando la vacuna con el gel, que luego los clínicos podrán reconstruir con agua en el campo y suministrarles a los pacientes.
"Si podemos hacer que las vacunas sean más fáciles y accesibles a través de la tecnología, podemos salvar muchas vidas", dijo Vincent Leung, profesor de ingeniería química y autor principal del estudio publicado el martes en la revista Scientific Reports .
A su paso, los investigadores comunicaron que este hallazgo es invaluable para algo como las vacunas contra el ébola, que deben ser administradas en áreas remotas en África, siendo uno de los tantos casos por los que se podría gestionar.
Se recuerda que la mayoría de las vacunas deben almacenarse en la “cadena de frío”, donde su temperatura debe estar entre los rangos de 2-8 grados Celsius. De lo contrario, la efectividad de las vacunas podrán verse comprometida.
El equipo de investigación está buscando actualmente asociaciones y otros fondos para desarrollar aún más su tecnología. El proceso está siendo evaluado actualmente por agencias reguladoras como Health Canada y la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU.
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