Según los datos proporcionados por el Departamento de Estadísticas de Canadá, el fraude está aumentando alarmantemente en el país, y uno de cada seis canadienses ha sido víctima de este delito.
El fraude con tarjetas de crédito se encuentra en el segundo lugar de los tipos de fraudes más comunes, solo superado por el robo de bienes personales. Estos datos, obtenidos de la Encuesta Social General de 2019 sobre la seguridad de los canadienses, revelaron que el número de víctimas de fraude casi se ha duplicado en la última década, pasando de poco más de 87,000 casos en 2011 a más de 168,000 en 2021.
Los resultados de la encuesta destacaron que el fraude ha superado a todos los demás delitos violentos combinados, como agresión sexual, robo y asalto, afectando a más de dos millones y medio de personas, lo que representa el 7.8% de la población de 15 años o más.
Además, el 17% de los canadienses, equivalente a 5.45 millones de personas mayores de 15 años, informaron haber sido víctimas de fraude en los cinco años anteriores a la encuesta.
Resulta preocupante que este tipo de delincuencia esté en constante aumento y que, según las cifras policiales, las autoridades solo estén viendo la punta del iceberg en cuanto a la magnitud del problema.
El 65% de las personas afectadas por el fraude optaron por denunciar el incidente a su institución financiera en lugar de recurrir a la policía. Esto plantea un desafío para las autoridades y los esfuerzos de prevención, ya que sugiere que puede haber una brecha significativa entre la cantidad de fraudes reportados oficialmente y el número real de casos que ocurren en la sociedad canadiense.