El jueves se anunció que la esposa del primer ministro, Sophie Grégoire Trudeau, padece de COVID-19, luego de que se sometiera a una prueba que terminó arrojando un resultado positivo.
Según el comunicado emitido por la Oficina del Primer Ministro, Grégoire ha seguido cada uno de los protocolos recomendados, por lo que permanecerá aislada mientras es tratada y monitoreada.
"Estar en cuarentena en casa no es nada en comparación con otras familias canadienses que podrían estar pasando por esto y para aquellos que enfrentan problemas de salud más graves", dice Grégoire en un comunicado.
También se informa que sus síntomas continúan siendo leves, razón por la que no hay que alarmarse.
En cuanto al primer ministro, este no ha sido examinado debido a que no presenta síntomas, sin embargo se autoaislara durante 14 días de manera preventiva.
"Estoy seguro de que hablo por todos los miembros cuando expreso nuestros mejores deseos al primer ministro y su esposa y cualquier otro parlamentario que pueda verse afectado por los síntomas. Les deseamos a ellos y a ella una pronta recuperación", dijo el líder conservador, Andrew Scheer ante la situación.
A raíz de la ausencia del Trudeau por encontrarse aislado, la PMO declaró que el primer ministro hablaría por teléfono con los líderes provinciales y territoriales para tratar todo lo relacionado con la ‘acción colectiva’ para limitar la propagación de nuevo coronavirus junto con el impacto que este ha tenido en los precios del petróleo, ya que la economía nacional también se ha visto afectada con la importante caída de los precios.
Por el momento Trudeau seguirá atendiendo asuntos por medio de llamadas telefónicas y reuniones virtuales desde su casa.