¿Vivir en un cementerio? Parece el inicio de un guion de película de terror, sin embargo para los 10.000 habitantes del Cementerio Norte de Manila (Filipinas) es una realidad. Estas personas viven, trabajan, comen, duermen y mueren allí, por lo que están acostumbrados a vivir literalmente entre los muertos.
Manila, capital de Filipinas, es una de las ciudades más sobre pobladas del mundo, acogiendo aproximadamente a 20 millones de habitantes. Aquellos sumergidos en la pobreza se ven obligados a vivir en condiciones de precariedad extrema, como los pobladores de este cementerio.
El Cementerio Norte es el hogar de decenas de familias que se ganan la vida limpiando y reparando las tumbas. El trabajo de limpieza es el ingreso de la gran mayoría de los habitantes, tanto niños como adultos trabajan de la mano en este cementerio y ‘hogar’.
Lo más insólito de todo es que por el cuidado de una tumba, un filipino obtiene cerca 11 dólares al año! Razón por la que otros recurren a la venta de comida, objetos y flores. Y en el caso de algunos niños que no trabajan en las tumbas, se dedican a hurgar en la basura buscando algo que puedan vender, como plásticos o metales.
Sin embargo, la dureza de las condiciones de vida no impiden que los menores jueguen y rían. Vivir entre los muertos es parte de su día a día, así que no le temen a ello.
Los habitantes de este cementerio cocinan, duermen, se asean y viven entre amontonamientos de desechos, algunas viven dentro de los mausoleos; otras, se ven precisadas a levantar sus viviendas sobre hileras de nichos.