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Foto del escritorEl Megáfono Canadá

LA PESADA REALIDAD DE LO LÓGICO

Actualizado: 26 jun 2019

La tierra que te parió llora fervientemente las mutilaciones de ancestralidad, que con sus alaridos estremece cada una de las incomprendidas raíces de fertilidad, añorando las voces de aquellos hijos perdidos que en antaño protegieron su gran diamante en bruto… su identidad.



Camila Ante: Periodista - comunicadora social
Camila Ante: Periodista - comunicadora social

No es casualidad que cada uno de sus retoños hayan sido envenenados con ideales ajenos a la pesada realidad, fatigados del abuso, de la esclavitud, y de ver como cada uno de sus hermanos eran torturados sin causa justa, llegando a olvidar paulatinamente su verdadero sentido de pertenencia, teniendo como resultado la creación de sueños dulces y frágiles sobre existencias paralelas con el único objetivo de ser libres, de recuperar el honor y el poder seguir subsistiendo, ya no como parte de una misma etnia sino como una ficha más del juego que deseó integrarse a una vesánica sociedad llena de bandidos, saqueadores, violadores y demás.



Es estruendoso socavar la historia, que con sus métodos lógicos y objetivos ilustran una cruda y perversa realidad, donde las corrientes de los ríos fueron teñidas más de una vez con el color carmesí de la sangre y los olvidados alaridos del pueblo natal, que en la actualidad no mueve fibra alguna de pensamiento o sentimiento, sino que es tomado cómo si se tratara de un simple juego o de un cuento de terror adquirido de la imaginación…


Las cicatrices y las torturas que experimentaron las pieles de nuestros ancestros, de nuestras raíces, de los seres que compartimos genética alguna, no han cesado, simplemente somos el resultado de la suma de factores cósmicos y cómicos que al final no se llega a dividir el embrollo sino todo lo contrario, lo multiplicamos adrede creyendo que vamos a evolucionar al dejar a un lado la esencia de la tierra que nos ha parido, que nos ha dado cobijo, que nos ha escuchado y a su vez nos hablado, pero que al mismo tiempo hemos hecho caso omiso; que tan ignorantes somos todos, esperando a que llegue un salvador de nos construya la utopía deseada en vez de unir fuerzas y crear un verdadero conocimiento y conciencia, sabiendo que aquellos que poseen el “poder” — situación que el mismo pueblo se los ha otorgado — algunas veces sólo desean endulzar los oídos para saciar la avaricia que no tiene fin.


El tiempo ha brindado más de una vez herramientas para persistir en la cultura de resistencia — donde unos lo han aprovechado y otros solo se mueven por acto de la fe — lastimosamente mi pueblo se caracteriza por la segunda opción, que a pesar de poseer un gran talento humano como lo son los eruditos, genios, poetas, artistas, escritores, músicos, amantes de lo propio y otros, que se mueven al son del bien común, escuchando a sabios personajes, siguen siendo resultado de minoría, subestimados por no estar en la corriente de lo que se considera como “normal”.



A veces aquel concepto de “normal” es como si se tratara de un insulto, una bofetada mal planteada, debido a que la realidad no es algo que se debería tomar en un efecto de normalidad o una simple casualidad, ya que cuando los enigmas aparecen, se iniciaría con un simple: “¿Qué es normal?” o en éste caso ¿lógico? y de ahí se desprendería lo siguiente: ¿es lógico el seguir sintiéndonos sometidos a un proceso de conquista? — que ahora no se basa en movimientos sanguinarios sino por medio de diálogos y acuerdos que desangran la tierra que nos da protección, alimento y vida — ¿es lógico como la pasividad y la quietud sigue en la mente de la mayoría?, ¿es lógico que nuestra tierra no tenga las armas más potentes que son el conocimiento y el don de la palabra? ¿es lógico que nos autodestruyamos mientras que los peces gordos ven el espectáculo?, ¿es lógico que todos vayamos por caminos diferentes olvidando nuestra esencia? ¿es lógico que el papel considerado fortuna valga más qe la identidad? … ¿todo eso y mucho más es LÓGICO?


A simple vista los enigmas no cesan y las respuestas son muy simples de deducir, cómo lo expresaría Eduardo Galeano “…Hemos guardado un silencio bastante parecido a la estupidez…”, por ende, la carencia de identidad se debe fortalecer primeramente por el saber educar sabiamente para poder alcanzar metas inimaginables, donde la duda no exista, el pensar vaya más allá y que el proceso sea un asunto de todos y no de pocos, donde el aprender no sea una cuestión de burocracia sino de sentido de desear, compartir, solidificar y — lo más importante — unir; seguido de tener el valor de la autorrealización compartida, donde las esferas que compone cualquier comunidad (política, económico, social y cultural) se articulen debidamente para trabajar por el bienestar común y no solo para generar una máscara más, porque aquellas fachadas sobran y las decepciones van directamente proporcional… cómo lo han expresado varias personas con las que me he topado, es una meta ambiciosa para toda una sociedad que ha sido marcada por su historia, pero ¿Qué tantas cicatrices estamos dispuestos a soportar por la simple razón de no tener identidad y el no ser capaces de proteger lo que es propio?



Por: CAMILA ANTE

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